Hoy te he visto por los pasillos. Y te he mirado de reojo mientras hablaba con alguien. La verdad que no sé ni quién era, porque aunque estabas a varios metros de mí, tu presencia me inundaba en la distancia y todo quedaba parado. Luego dijiste adios a tus amigos y te fuiste andando con el cordón desatado, y ella vino y te lo ató riendo; siempre ella. Y en la cafetería vi tu risa y pensé en tus labios y lo bonito y dulce que sería tocarlos con mis manos, o incluso me atrevo a decir con los míos. Más tarde anduviste a casa y yo iba detrás de ti. Y te diste cuenta y me saludaste y te pusiste a mi lado: aunque no te acuerdes estuvimos hablando. Y me contaste lo de tu hermana, y la mudanza inminente a un lugar lejano que no recuerdo, porque en cuanto dijiste que te marchabas yo lloraba por dentro. Y no te lo pude decir. Y eso que quería tocar tu pelo, pero no pude.

Pasaron varios días, y jugamos juntos esos partidos de fútbol de final de temporada. Y aunque yo era delantero sé que me miraste desde la portería de esa manera que sólo nosotros sabemos. ¿Quién iba a poder superarte como portero? Mejor dicho, sencillamente ¿Quien iba a poder superarte? Ya sabía la respuesta a esa pregunta, sin embargo preferí engañarme, como siempre he hecho. ¿Crees que no me di cuenta aquella tarde? Una tarde de hace un tiempo en la que quisiste agarrar mi mano suavemente y yo la quité muerto de miedo, pero no era por ti, me temía a mí mismo. Ahora que te he perdido me arrepiento tanto de no haberte besado aquél día que pude, de haber dejado que falsearas tus sentimientos con aquella chica del montón que no se merecía tus abrazos, ni mucho menos. Dicen que uno solo sabe cuánto ama algo cuando lo pierde; yo te amaba más de lo que podía y me acobardé. Y lo siento tanto. Espero que te vaya bien a donde vayas, y que encuentres a alguien que no se desprecie a sí mismo por lo que es, y anteponga el amor verdadero a ese desprecio. Alguien así te mereces tú. Mucha suerte, besos: alguien que te sigue queriendo.
J.L.Toyar
Comments